martes, 14 de octubre de 2008

LOS PAJAROS CAIDOS DEL NIDO


Karabá condujó al pequeño Julen hasta un gran bosque lleno de pájaros. Las ramas de los árboles estaban repletas de nidos de diferentes tamaños, y algunas incluso se doblaban bajo su peso. Todos los nidos estaban llenos de pequeños pajarillos que piaban muy fuerte y abrían los picos con la esperanza de que alguien los llenara de comida.

- Karbá, ¿por qué me has traído aquí? - preguntó Julen mientras miraba el ir y venir de los pájaros, con sus picos cargados de pequeños insectos y de ramitas.

- He venido a mostrarte un nido muy especial, acércate le respondió Karabá señalando un pequeño agujero del árbol.

El pequeño Julen miró a traves del agujero, tal y como Karabá le habia indicado, y ¡vaya sorpresa! El interior del tronco estaba repleto de pequeños pájaros que miraban hacá arriba con los ojos bien abiertos, esperando alguna cosa. Algunos alargaban sus cuellos tanto como podían para ver mejor.

- Karabá, ¿por qué están estos pájaros aquí, dentro del árbol?, ¿ Quizás es que no tienen nido? - preguntó el pequeño Julen con preocupación.

- Precisamente, son pajarilos caidos del nido. Esperan el momento en el que un pájaro venga a buscarlos y los transporte de nuevo hasta las ramas - respondió Karabá.

-¿Por qué han caido de sus nidos?

- Por muchas y muchas razones diferentes, pequeño - le contestó Karaba, rodeándole con sus plumas irisadas-. A causa de una tormenta, una ventisca o por cualquier otra razón, a estos pajarillos no pudierón cuidarlos los pájaros que les habían incubado. Quién sabe...